Breton Eagle

Hornet, gracias al doble decalaje respecto al centro del carnero, permite trabajar piezas más largas con las mismas carreras lineales X e Y, tanto con la herramienta en posición vertical como con el eje A a 90°.
La amplia rotación del eje A (-105 a +135°) permite mecanizados de la pieza con contrasalidas reduciendo los casos en los que es necesario recolocar la pieza, con el consiguiente aumento de la precisión y la eliminación de una segunda configuración.

Eagle se ha realizado totalmente en acero electrosoldado y se ha dimensionado mediante análisis por elementos finitos para reducir las vibraciones y limitar las torsiones; esta elección permite satisfacer las demandas de modularidad dimensional de los usuarios de la máquina, permitiendo a Breton personalizar fácilmente el producto estándar para satisfacer las demandas del mercado.

Eagle es un centro de mecanizado de pórtico sobre columnas altas, con eje vertical equilibrado y que usa cabezas de estructura simétrica para conseguir dilataciones térmicas siempre regulares.
El diseño termosimétrico permite reducir las deformaciones estructurales y las hace fácilmente corregibles mediante el software. Los puntos donde se genera el calor (como la cabeza, el eje A o el electrohusillo) se enfrían con objeto de reducir la transmisión del calor a los demás puntos de la estructura.

El carro y el travesaño incorporan motores de alta eficiencia con tecnología de accionamiento dual. Esta solución garantiza una fuerza elevada para las operaciones más exigentes aprovechando la potencia de ambos motores, que impulsan al máximo en la misma dirección. Para las operaciones de mayor precisión se aumenta la precarga para obtener el nivel máximo de precisión. El sistema de accionamiento dual absorbe menos que los motores lineales y no necesita sistemas de refrigeración dedicados.

El cabezal de corte por ultrasonidos permite realizar cortes sobre materiales de panal de abeja sin arrancar ni astillar el material.
Esta herramienta se gestiona como una herramienta normal y se aloja en el almacén de herramientas estándar.

Una sonda de control del avellanado manejada automáticamente desde el control numérico permite llevar a cabo la comprobación de la posición real del orificio en la pieza antes de proceder al avellanado.

La sonda detecta la posición real del orificio en la pieza mediante un sistema físico o láser de tres puntos para establecer sus coordenadas exactas antes de realizar el avellanado. De este modo se reducen considerablemente los tiempos, y por tanto los costes, respecto a un ciclo tradicional de palpación.

Permite la regeneración a la línea de la energía del frenado, de modo que no se disipa energía en la resistencia de frenado.